María declara sus intenciones de antemano. En septiembre de 1977, la legendaria cantante de ópera María Callas (Angelina Jolie) está en sus últimos días y su comprensión de la realidad es, en el mejor de los casos, tenue. Ella reconstruye el mundo poniéndose ella misma en el centro, pero donde antes multitudes enteras estaban sometidas a sus caprichos, ahora sólo quedan su fiel mayordomo (Pierfrancesco Favino) y su criada (Alba Rohrwacher). Están preocupados por el deterioro de su salud. Al abusar de los medicamentos, alucina conversaciones enteras. No soporta a los médicos que se sienten obligados a confundirla con sus hechos.
Pero Callas Jolie no es Norma Desmond; El director Pablo Larraín no pretende convertirla en objeto de horror o lástima. Como aprendemos, a Callas se le impuso gran parte de su realidad. En esta etapa de su vida ella toma el control y María prácticamente se entrega a ella. Ella invoca a un director (Kodi Smit-McPhee), que lleva el nombre de su droga alucinatoria, quien la entrevista sobre su vida y sus visiones se apoderan de nuestras experiencias. La realidad puede entrometerse, a menudo de manera bastante grosera, pero esta película pertenece a María. La historia que vemos es la historia que ella misma se cuenta.
María está llena de soluciones creativas fuertes e interesantes.
Y las escenas de canto se destacan fácilmente.
El resultado fue mixtoy en cierto modo esto me plantea un enigma como crítico. Hay mucho que admirar en la forma en que se creó e intelectualmente lo encontré lleno de soluciones interesantes y reflexivas. El recurso metanarrativo se utiliza hábilmente, al igual que las alucinaciones de Mary. No se hace ningún intento de quitarle la alfombra a la audiencia. Aunque resulta placentero observar cómo y cuándo la realidad se distorsiona cuando No igual de importante. La forma en que las personas ajenas al círculo íntimo de María eligen interactuar con ella puede ser a la vez divertida y atrevida.
Incluso si quisiera pasar la velada discutiendo los detalles de las elecciones de Larraín, no puedo negar que no tengo prisa por volver a ellas.
A menudo una película se encuentra en algún nivel intermedio, es decir. María deslizándose en el tiempo cada vez que el protagonista de Jolie se distrae del momento presente, ya sea a través de recuerdos, sueños o cualquier cosa intermedia. Estas escenas están bellamente compuestas con una paleta visual inteligentemente maleable que realza el contraste. El efecto de esto es más fuerte cuando Callas canta. Sus días profesionales han quedado atrás, pero quiere recuperar su voz y está intentando ponerla a prueba. Cuando María canta, regresa al momento en que cantó la canción anterior.
La película crea una división: Jolie canta como María, una sombra de ella misma, mientras que se utilizan grabaciones reales para La Callas, una soprano en su mejor momento. Obtenemos todo el poder y el glamour de La Callas en ráfagas repentinas, y nos llevan a casa la verdad que María no puede ocultar por completo. Escuchamos la desesperación de María y la vemos acumularse en los ojos de Jolie.
A pesar de toda su astucia, María me dejó indiferente.
Hay mucho que admirar Maríae interpretada por Jolie, pero mi conexión con ciertas escenas no debe confundirse con mi inmersión emocional. De hecho, Generalmente me sentía distante. Este estilo creó una barrera que pude superar en sólo cuestión de segundos. Esto no siempre es un problema: algunas películas se perciben mejor con la cabeza que con el corazón, y no por ello son peores. Pero esta película tiene tanta confianza en su arte que era difícil contentarse con la mera admiración.
Conectado
Ésta es mi dificultad. No tengo ninguna duda de que otros tendrán experiencias diferentes. María y se encuentran completamente absortos en él, y en todo lo demás que tiene, Sería negligente no recomendarlo. Pero sólo puedo hacerlo a medias. Incluso si quisiera pasar la velada discutiendo los detalles de las elecciones de Larraín, no puedo negar que no tengo prisa por volver a ellas.
María La película se estrenó en el Festival de Cine de Venecia y se estrenó en cines selectos el 27 de noviembre. Actualmente se transmite en Netflix. La película tiene una duración de 124 minutos y tiene clasificación R por algunos lenguajes, incluidas referencias sexuales.
María
- Siempre hermoso de ver
- Utiliza activamente escenas de canto.
- Tiene un dispositivo narrativo inteligente e interesante.
- Se envuelve en un estilo que enfatiza su propia astucia.
- Mantiene al espectador a una distancia emocional.